La música y la medicina son dos disciplinas del quehacer humano cuyos senderos se han entrecruzado y se entrecruzan continuamente. Célebres son las enfermedades de muchos de los grandes compositores e intérpretes. Y proverbial también ha sido la melomanía de tantos médicos. Las razones de la sordera de Beethoven y su posible conexión con el temperamento de su música; la insuficiencia renal ulterior de Mozart y su vinculación con el carácter sombrío del Requiem; la bipolaridad de Rossini y su relación con la alternancia de tempi en sus óperas buffas… A través de este diálogo que marida medicina y música, el doctor Adolfo Martínez Palomo y Gerardo Kleinburg abordan los padecimientos médicos de Mozart, Beethoven y Rossini, el modo en que éstos afectaron sus vidas y la de su entorno, y la manera en la que sus diversos síntomas permearon e incidieron en su música.