La neuroinvasión ocurre en la fase aguda de la COVID-19 después de manifestarse los síntomas iniciales de pérdida de gusto y olfato, seguido de cefaleas u otros síntomas relacionados con el sistema nervioso. Pero estamos analizando a medida que transcurren los meses, que la COVID-19 neurológica no termina en su fase inicial, si no que estos síntomas se arrastran semanas o meses después de detectarse la enfermedad, y van desde dolor de cabeza, fatiga, pérdida de memoria, trastornos del sueño, o incluso psiquiátricos. Además es posible que el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o Parkinson aumente en los pacientes COVID. Cómo paliar estos síntomas es una materia de estudio, y cómo recuperarse de los efectos prolongados de la enfermedad abre muchas líneas de investigación actuales.
En colaboración con el Centro Cultural de España en México.