JARDÍN SONORO DE LA FONOTECA NACIONAL
Francisco Sosa 383, Santa Catarina, Coyoacán.
Lunes a domingo | 12-2 pm
Estreno | trabajo sonoro inédito
El sospó: el canto de la vida (Te’ Sospó: ijtkuy wane)
El sospó es una flor que espera el tiempo de sequía para aparecer. Para los zoques, el sospó es la flor que guía al sol para que aparezca cada mañana, y acompaña a aquellos que nacieron de las mujeres que han muerto en el parto.
El sospó[i]: el canto de la vida (Te’ Sospó: ijtkuy wane)*, del Colectivo Ecoacústico Tuxtla Sonante, representa auralmente el origen: suspenso, calma, silencio. Todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del mundo. “No había nada dotado de existencia. Solamente inmovilidad y silencio en la oscuridad”. Entonces aconteció: <<Fiat “tsh´”>> y resonó el mundo.
Como diría Tagore: “La luz de tu son ilumina el mundo. Su hálito vital atraviesa el cielo de parte a parte, su fluir sagrado perfora las piedras y sigue hacia adelante”.
Y de esa voz polifónica emergió hace trece mil seiscientos millones de años un estallido de infinitas posibilidades. Estas se entretejen en contrapunto con mi mundo circundante. Yo soy el principio y el fin de mi mundo sonante y constante. A él vine rompiendo mi propio silencio; de él me iré, dejando grabado mi último aliento. Este mundo aural deviene entropía-neguentropía-entropía. Mis habilidades ópticas son muy limitadas para comprender esta sinfonía momentánea. Este es el “relato aural”, el “Génesis sonoro” de mi mundo circundante.
¡Calla tú, vista, y deja que tu cuerpo escuche…!
(Texto del Colectivo Tuxtla Sonante)
Nota curatorial: Material fonográfico recopilado de la pluralidad catártica de mundos que habitan los territorios de Chiapas.
Naturalezas [sonicamente] habitadas:
Encuentros de Aves y AviaAquatoCeno
Las piezas Naturalezas [sonicamente] habitadas: Encuentros de Aves y AviaAquatoCeno, de Vania Fortuna, María Antonia González Valerio, Leena Lee y Robertina Šebjanič de Arte + Ciencia**, surgen de una investigación interdisciplinaria entre biología, urbanismo, filosofía y artes sonoras para reflexionar y producir, en el horizonte de la crisis climática y los efectos desastrosos del capitaloceno, una sensibilidad que atienda las interdependencias afectivas, corporales, de nuestra relación económica y política con otras especies y sus habitares a distintas escalas. ¿Cómo entender el habitat como resultado de una interacción de dimensiones geológicas, biológicas, urbanísticas, cuyo proceso es rastreable con el cuerpo, la vista, el olfato, la escucha situadas? ¿Es posible habitar la alteridad de un ave al escuchar su canto? ¿Cuál es el límite entre nuestra percepción y la existencia del otro, acaso existe una frontera real entre nuestro cuerpo y el entorno? En los bordes del performance-lecture y la grabación de campo nace la pieza Encuentros de Aves. Por su parte, AviaAquatoCeno, segunda pieza exhibida en el Jardín Sonoro, trabaja con grabaciones de campo recogidas en la Cantera Oriente de la UNAM, un espacio cuyo uso y constitución ha pasado de ser una planta de asfalto para la expansión urbanística de la Ciudad de México, a convertirse en refugio de aves migratorias cuando, en 1996, fueron descubiertos cuatro cuerpos de agua en la zona. La Cantera Oriente es un espacio que hoy, como parte de la reserva ecológica del Pedregal de San Ángel, da cabina lo mismo a los campos de entrenamiento del equipo de fútbol de los Pumas, que a un laboratorio abierto dirigido por la Facultad de Ciencias para el estudio del singular ecosistema emergido con los años que acoge a distintas aves migratorias, escuchadas en este audio.
** Arte+Ciencia en colaboración con la Cátedra Extraordinaria Max Aub transdisciplina en arte y tecnología.