María de Zayas (nacida en Madrid en 1590 y muerta posiblemente en 1647) fue una autora muy leída en su tiempo. Combativa, de manera directa arguye contra la misoginia y por la igualdad de las mujeres. Las tramas de sus violentas novelas cortas y los poemas con que las salpica (y que serán leídos por María Aura, así como algunos pasajes de sus embates por los derechos de las mujeres) escenifican el modo de las relaciones sociales. Boullosa hará un acercamiento a su persona y su obra.
Sesión de preguntas y respuestas al finalizar | 15 min
Análisis crítico y reflexivo de los eventos que llevaron a la situación actual de la pandemia COVID-19 en el mundo, en el que se abordarán puntos sobre las estrategias adoptadas por diferentes países y organismos internacionales para hacerle frente, así como sobre las lecciones que los errores y el acierto de tales estrategias han ido dejando, tanto para mejorar el panorama que se vive en la actualidad, en el corto y mediano plazos, como para prevenir que un evento de esta magnitud se repita en el futuro.
Tomar decisiones sobre el final de la vida es difícil y más en una sociedad que no está preparada para pensar en la muerte; todavía más en situaciones extraordinarias como lo es la pandemia de COVID-19. Los principios bioéticos de respeto a la autonomía y de beneficencia que prevalecen en situaciones ordinarias deben subordinarse al de justicia social para buscar el mayor beneficio de la comunidad y la distribución más ética de tratamientos críticos cuando estos son escasos como se anticipa que lo serán en nuestro país. Se deben establecer por anticipado los criterios que guiarán esa distribución de la cual debe encargarse un comité para así deslindar a los médicos responsables de los pacientes de la terrible carga de decidir, en cada caso, quién recibe y quién no el tratamiento que puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Para interactuar con las instancias del mundo, es esencial ordenarlas en grupos ante los cuales respondemos de forma determinada (categorías). Nuestro cerebro está cableado para reducir la complejidad de la información que entra por los sentidos, ignorando particularidades, para enfocarnos solo en aquellas características útiles que nos permiten interactuar con los miembros de cada categoría; por ejemplo, comer lo “nutritivo” y no lo “venenoso”. Este proceso modifica nuestra percepción y aplica también a nuestra interacción con otros seres humanos. La categorización social obedece a los mismos principios evolutivos y nos ayuda a navegar un mundo social complejo, pero también tiene consecuencias negativas (prejuicios, estereotipos y discriminación). Sabemos además que la mayoría de nuestras categorías sociales son maleables por medio de la experiencia: ¿Cómo se distorsiona entonces nuestra percepción y conducta social en esta situación de crisis, cuya narrativa acentúa el peligro que representan otros seres humanos?
A pesar de los avances sobre la comprensión y el control de las enfermedades infecciosas en los últimos 100 años, la reciente aparición de nuevas infecciones sigue siendo un grave problema de salud pública. Se ha documentado que la alta diversidad de vertebrados puede “diluir” la transmisión de patógenos, lo que sugiere un efecto protector de la biodiversidad sobre la salud humana. Roche aborda expone los aspectos sobre la relación entre biodiversidad y salud humana. Primero, a través de un modelo teórico combinado con el análisis de datos empíricos. En una segunda parte, demuestra cómo podemos identificar las interacciones entre los patógenos para entender cómo están estructuradas esas comunidades Concluye sobre cómo podemos combinar estos resultados para diseñar nuevas estrategias de conservación que podrían ser oportunidades para mejorar la salud pública humana.
Hasta el domingo 31
radio.unam.mx y 96.1 FM
En el contexto actual de la pandemia se pone en duda nuestra confianza, en cierta medida, nuestra capacidad indefinidamente renovada y aumentada para controlar el curso de los acontecimientos. Dicho de otro modo, nuestra libertad y fortaleza. Incluso, otros fenómenos naturales, sociales o culturales nos han hecho la misma advertencia. Sin dudarlo, debemos poner fin a la confianza ciega en un progreso ilimitado. El “mal infinito” –como lo denomina Hegel– es la búsqueda interminable de un futuro. El “buen” infinito es una dimensión del presente. Esto debe aplicarse a todos los aspectos de una civilización.