En 1964, un año después de la publicación de Rayuela, en el tiempo de los experimentos de Georges Perec y el OULIPO, y las audacias de Michel Butor, con un ánimo de apropiación casi paródica de la nouveau roman, Aub publica en México una reducida primera edición de Juego de cartas, la cual materializa la doble acepción de carta, como aquella que es parte de una baraja, y como epístola. A manera de un rompecabezas o modelo para armar, se ofrecen 108 facetas del personaje central, que no obedecen a una secuencia definida de lectura. Cada carta-página-dibujo cuenta con un fragmento no encuadernado de viñetas, narradas de un lado y dibujadas del otro por el mismo Max Aub, quien, sin embargo, se oculta bajo un pseudónimo con todo y su biografía apócrifa. En Crímenes ejemplares ya había hecho un audaz ejercicio de compilar singulares y bizarras confesiones criminales oídas o registradas por décadas; pero en Juego de cartas se inscribe plenamente el espíritu transgresor de los años 60. Con esta obra, en la tercera actividad del ciclo, se pretende intervenir y proyectar los dibujos originales de las cartas, mientras distintas voces ambientadas sonoramente leen los textos epistolares del anverso, al tiempo que se presentan cuadros de expresión corporal que representen emociones o acciones clave referidas o evocadas en los textos.
27 de octubre de 2019 · Museo Universitario del Chopo