Sobre el Festival

IM·PULSO
Música Escena Verano UNAM

Cuando a finales del siglo XVI esos intelectuales florentinos —entre los que había poetas, dramaturgos, pintores, músicos y científicos— inventaron un nuevo género que fundía el teatro con la música —y al que a falta de mejor nombre llamaron simple y llanamente “ópera”—, no imaginaban las centenarias implicaciones que ello acarrearía. Hoy por hoy dicha invención se sigue creando, recreando y evocando desde un cúmulo de disciplinas diversas, bajo estilos variopintos y con propósitos disímbolos, aunque, eso sí, utilizando siempre la música como catalizador alquimista que transmuta una disciplina artística en otra hasta no poder distinguir fronteras.

El festival IM·PULSO, que llega este año a su tercera edición, es una contribución sustancial de la UNAM a este quehacer en nuestro país. Por virtud de él y a través de diversas producciones que entrelazan las artes escénicas mediante la música en vivo, todas propias y sustentadas por los grupos artísticos de la universidad, el público tiene la oportunidad de entrar en contacto con estrenos totales de nuevas obras y con nuevas miradas de títulos clásicos. O menos clásicos. Ya que IM·PULSO se asoma a donde muy pocos proyectos escénicos de México lo hacen. Es decir, a un repertorio poco visitado y que permanentemente clama por su escenificación.

Una ópera barroca británica (Dido y Eneas de Henry Purcell), un recital escénico para cuatro músicos escrito en pleno siglo XX por un alemán (El Cimarrón de Hans Werner Henze) y una sinfonía dramática coral romántica y francesa (Romeo y Julieta de Hector Berlioz) conforman la columna vertebral de esta edición del festival. Una edición enriquecida además con nuevas y sólidas propuestas multidisciplinarias y teatrales como son, entre otras, Triple concierto de Claudio Valdés Kuri y Mónica Hoth o Caleidoscopio mahleriano de Sergio Bátiz. Además de un ciclo de cine que va desde la vida de una gran soprano de nuestro tiempo, la danza moderna o el gore sobrenatural de autor hasta las más entrañables entregas del canon del musical de Broadway.

No reparar en el significado puntual de las palabras es algo frecuente en estos tiempos. Y las dos que dan nombre a este conjunto de actividades son por demás elocuentes. “Festival” + “Impulso”. Por un lado: “fiesta especialmente musical”, “conjunto de representaciones dedicadas a un artista o a un arte”. Ambas acepciones son ciertas en este caso y desde ellas la Coordinación de Difusión Cultural invita a todos a una auténtica celebración de las artes por medio de su interrelación a través de la música. Y por el otro: “fuerza que hace moverse a un cuerpo”, “deseo o motivo que induce a hacer algo...”. Dos acepciones que también orientan la brújula semántica hacia este proyecto de proyectos. Hay fuerza, hay deseo y hay motivos sobrados para hacerlo.

La mesa de la interdisciplinariedad de las artes escénicas por vía de la música está puesta. Nos toca a todos gozar de ella.


IM·PULSO es posible gracias a la colaboración de varias instancias de la UNAM: Dirección General de Música, Dirección de Danza, Dirección de Teatro, Centro Universitario de Teatro, Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro, Dirección General de Actividades Cinematográficas, TV UNAM, Radio UNAM, Comunidad Cultura UNAM, Dirección General de Cooperación e Internacionalización, Secretarías de Comunicación y Administración de la CDC, además de las facultades de Arquitectura, Música y Filosofía y Letras.