A pesar de los avances sobre la comprensión y el control de las enfermedades infecciosas en los últimos 100 años, la reciente aparición de nuevas infecciones sigue siendo un grave problema de salud pública. Se ha documentado que la alta diversidad de vertebrados puede “diluir” la transmisión de patógenos, lo que sugiere un efecto protector de la biodiversidad sobre la salud humana. Roche aborda expone los aspectos sobre la relación entre biodiversidad y salud humana. Primero, a través de un modelo teórico combinado con el análisis de datos empíricos. En una segunda parte, demuestra cómo podemos identificar las interacciones entre los patógenos para entender cómo están estructuradas esas comunidades Concluye sobre cómo podemos combinar estos resultados para diseñar nuevas estrategias de conservación que podrían ser oportunidades para mejorar la salud pública humana.