La crisis sanitaria ha obligado a los países a tomar medidas drásticas. Muchas de ellas restringen libertades y derechos y buena parte de las sociedades lo ha aceptado. Existe un riesgo en las medidas de vigilancia y acoso a sectores de la sociedad. La crisis es global y requiere respuestas globales. La salud es tan sólida como el eslabón nacional más débil. Durante estas semanas no debemos perder atención en sectores en condición de vulnerabilidad, no solo son los adultos mayores y personas con condiciones débiles de salud, se trata también de migrantes, personas en prisión, personas con alguna discapacidad, población rural, entre otras.