El confinamiento es una medida necesaria para mitigar el riesgo de contagio de la COVID-19; sin embargo, existen cientos de mujeres e infantes que se encuentran en mayor riesgo al estar conviviendo con sus agresores. Hemos visto que la cuarentena no detiene las violencias machistas ni los feminicidios: datos recientes de la Fiscalía General refieren 209 feminicidios durante el confinamiento y el 911 reportó que 155 mujeres cada hora, por día, llamaron para pedir auxilio. Estos son los datos que tenemos registrados, pero hay muchísimos que no conocemos; por ejemplo, las mujeres indígenas o con discapacidades son invisibilizadas. Urge crear en colectivo y desde los tres órdenes de gobierno acciones que respondan a las necesidades reales de las mujeres en todas sus diversidades.