TEXTUALIDAD EN CONTINGENCIA:

AZAR, COMBINATORIA, CIFRA Y JUEGO


Las enciclopedias y otras invenciones. Apuntes comprimidos sobre la construcción del conocimiento (Interlineado 0.1)

Sofía Sienra

El seminario nos propuso un recorrido, o mejor dicho, múltiples recorridos. Podríamos decir incluso que se trata de una salida hacia la aventura, aunque no sea necesariamente con una pretensión espectacular ni heróica. Para ello se nos invitó a tener a mano una bolsa contenedora, una “Carrier Bag” como sugiere Ursula K. Le Guin, destacando la diferencia de experiencias entre recolectores y cazadores. La sustitución tecnológica (el arma por la bolsa) nos plantea otra actitud frente a la exploración, donde la curiosidad y la búsqueda frente a lo ignoto no resulta en dominio ni en conquista.
Me gusta pensar el gesto de recolectar como una acción mínima, en sintonía con el acto de pepenar, caracterizado por cierta humildad (como decía Agnès Varda) propia de quien se inclina a buscar, y al hacerlo produce una reverencia. En este sentido, la recolección de fragmentos, ejemplares y vestigios, no tiene tanto una función acaparadora para “llevarse el botín”, sino que colectamos muestras del trayecto, que a su vez son contenedores de historias. Entonces, ¿para qué recolectamos? No tanto para acumular, sino para recordar, narrar y compartir experiencias e ideas.
Si tuviese que cartografiar este trayecto, probablemente resultaría la imagen de una espiral, que se extiende hacia lo infinitamente pequeño y a lo infinitamente grande, conectando saberes, disciplinas, tiempos y lugares de manera tan intrépida como creativa.
El proyecto que presento resulta del entrecruce del seminario-taller con el proceso de investigación artística en el que me encuentro involucrada. A lo largo de las distintas sesiones la asociación de imágenes, el tránsito entre saberes y la producción creativa propia del pensamiento, orilló a la necesidad de reflexionar en torno al conocimiento, y a su compartimentación institucionalizada. Las confluencias y correlaciones entre dimensiones heterogéneas como el azar y la cifra, el cálculo y la indeterminación, el juego y el instrumento, nos sitúan ante una lógica pos-dicotómica, complejizadora y paradójica. El interés por cuestionar la división entre razón y creación me lleva al ensamblaje de una “máquina poética-investigativa” y de un “ensayo comprimido”, como forma de repensar los modos de hacer y las textualidades domesticadas por la academia, a la vez que permiten evidenciar el carácter ficcional de la teoría y sus productos.

Las enciclopedias y otras invenciones. Apuntes comprimidos sobre la construcción del conocimiento (Interlineado 0.1) No existen hechos, solo interpretaciones. Friedrich Nietzsche No hay interpretaciones, sino malas interpretaciones. Por tanto toda crítica es poesía en prosa. Harold Bloom La razón ilustrada del siglo XVIII y XIX manifiesta una serie de valores, concepciones e intenciones frente al conocimiento, que resultan posibles de evidenciar en la multiplicidad de tratados, antologías, diccionarios especializados, enciclopedias, historias universales y demás publicaciones propias de la época. En todas ellas existe un propósito que consiste en organizar, jerarquizar y clasificar los saberes sobre distintos temas, y una voluntad tendiente a la acumulación progresiva desde una noción cientificista que apela al tratamiento objetivo de los hechos, como garantía del acceso a la verdad. Por ello, estas publicaciones irradian una especie de halo sagrado en tanto propician la idea de un orden metafísico, inmutable, trascendente. El recorrido intelectual de Giovanni Papini, escritor italiano nacido en 1881, constituye a mi juicio un referente paradigmático e inusual para vislumbrar el ambiente ilustrado europeo. Hablando sobre su juventud reconoce que: “La enciclopedia era mi más alto sueño, el ideal más caro, el libro máximo y perfectísimo. Allí, al juzgar al menos por las promesas y las apariencias, estaba todo. Todo nombre de humano, de animal, de planta o de río estaba allí registrado, puesto en su lugar, explicado, ilustrado” (2005: XI). La promesa resulta atrayente, en el seno de una concepción de progreso de la humanidad, donde la totalidad se vuelve ahora al alcance de individuos y no de dioses. El escritor, erudito precoz, habitante de bibliotecas más que de su propia casa, teniendo como objetivo el conocimiento universal y aún sediento a pesar de haber leído de sol a sol, antes de cumplir la mayoría de edad se propone hacer él mismo una enciclopedia: (...) que no sólo contuviera la materia de todas las enciclopedias de todos los países y de todas las lenguas, sino que las superase; donde hubiera todo cuanto es ellas estaba disperso y repartido y mucho más; y que no fuera únicamente copia y refundición de enciclopedias viejas, sino un trabajo nuevo, hecho sobre diccionarios, manuales y libros recientes y especiales, de todas cuantas ciencias, historias y artes existían (Papini, 2005: XI). Tarea magnánima e incauta, que nos sitúa ante el espíritu de la ilustración: el ansia infinita de saber y la certeza de que era posible un conocimiento absoluto, sistemático y universal. Así comenzó a escribir con letra cada vez más pequeña y apelmasada, buscando dar cabida a la inmensidad. Resulta interesante el relato autobiográfico de Papini, pues: A fuerza de fracasos parciales, de descartes, de reducciones y estrechamientos, yo, que quería saberlo todo y enseñarlo todo, me había reducido a complacerme con variantes y minucias filológicas y bibliográficas en el ribazo de un surco. ¡Y antes el campo entero habíame parecido espacio angosto para mi deseo de trabajo! (Papini, 2005: XIII). De modo que ante la pretensión de totalidad emerge la consciencia de sí, como una parcialidad radical, que propicia humildad y la criticidad frente al saber, ya no entendido como entidad absoluta y trascendente, sino como una construcción humana limitada y relativa. Es conocida la fascinación de otro gran literato por las enciclopedias: Borges, quien se permitió jugar con minucias doctas y taxonomías imposibles, evidenciando la arbitrariedad implícita en el ordenamiento del mundo. He aquí el célebre pasaje retomado por Foucault, que siempre es grato volver a leer: La enciclopedia china imaginada por Borges divide a los animales según las siguientes categorías: “a) pertenecientes al emperador, b) embalsamados, c) amaestrados, d) lechones, e) sirenas, f) fabulosos, g) perros sueltos, h) incluidos en esta clasificación, i) que se agitan como locos, j) innumerables, k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l) etcétera, m) que acaban de romper el jarrón, n) que de lejos parecen moscas (Borges en Foucault: 2010: 9). Todo orden es relativo y en cierta medida ficcional, en tanto compete al lenguaje. De modo que cualquier producción humana e intento por conceptualizar el mundo, dice más del sujeto que de las cosas que describe. La primera frase con la que Borges comienza el relato Tlön, Uqbar, Orbis Tertius dice: “Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar” (s/f: en línea). Es el inicio de una narración desarrollada entre libros rarísimos, exploraciones en bibliotecas, versiones de enciclopedias extrañas, en donde aparece el hallazgo de un país ignoto. El artículo de cuatro páginas describe la geografía, la historia, y la cultura de Uqbar, presuntamente situado en Asia Menor, con referencia a la región de Tlön. Tiempo después Borges se encuentra con un ejemplar de “A First Encyclopaedia of Tlön”, una enciclopedia, de varios volúmenes y miles de artículos de un planeta indudablemente inventad Ahora tenía en las manos un vasto fragmento metódico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitologías y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pájaros y sus peces, con su álgebra y su fuego, con su controversia teológica y metafísica. Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico. (Borges, s/f: en línea). En este relato, resulta interesante el lugar del lenguaje en el pensamiento y la realidad de los habitantes de Tlön, puesto que allí no existen cosas, sino que se producen acontecimientos. Comenta Borges: “El sustantivo se forma por acumulación de adjetivos. No se dice luna: se dice aéreo-claro sobre oscuro-redondo o anaranjado- tenue-de-cielo o cualquier otra agregación” (Borges, s/f: en línea). Esto enfatiza el carácter contingente del lenguaje y la realidad, donde los sustantivos no tienen sentido, pues no habría sujetos, formas ni ideas por fuera de la situación en donde se presentan. Sin dudas esta posibilidad fantástica da cuenta del profundo carácter epistemológico de la literatura de Borges. Al respecto de la inevitabilidad ideológica de las categorías y formas de ordenar el mundo este pasaje resulta iluminador: “Explicar (o juzgar) un hecho es unirlo a otro; esa vinculación, en Tlön, es un estado posterior del sujeto, que no puede afectar o iluminar el estado anterior. Todo estado mental es irreductible: el mero hecho de nombrarlo –id est, de clasificarlo- importa un falseo.” (Borges, s/f: en línea). Los desdibjuamientos entre lo falso y lo cierto, entre la fantasía y la realidad ponen de relieve que todas las enciclopedias contienen el mismo grado de verosimilitud y de sinsentido. El carácter ficcional de cualquier discurso no quita que pueda efectivamente explicar algo del mundo. La paradoja radical es que el acceso a la verdad es solo posible a través de la mentira, en tanto que a Borges “Su idealismo le lleva a sospechar que si existiera una realidad en sí, esta nos sería inaccesible, con lo cual nuestras teorías, conceptos e ilusiones tienen igual oportunidad de ser verdaderos” (Bacarlett y Bernal, 2017: 172). Esta concepción radicalmente especulativa y creativa del saber encuentra ecos con los postulados de la ‘patafísica. Esta (pseudo)doctrina plantea que “todo fenómeno es individual, defectuoso e inagotable” (Ferrer en Jarry et. al., 2016: 13) por tanto cualquier sistematización es insuficiente y arbitraria, ya que todo puede ser su opuesto y cualquier recorte es tan cierto como excepcional. Los hechos son accidentes, singulares e infinitos –axioma que se encuentra cristalizado en la imagen del espiral– por tanto: “la ‘patafísica será la ciencia de lo particular, aunque se diga que no hay más ciencia que de lo general” (Jarry, 2016: 17). Las progresivas fisuras en torno a la historia universal y a la ciencia moderna pueden ser vistas a la luz de los modelos arbóreos y rizomáticos que conceptualizaran en el siglo XX Deleuze y Guattari. El modelo arbóreo permite organizar el saber, a partir del ejercicio clasificatorio, en donde se identifican las “raíces”, las “ramificaciones” y el “tronco común” de ciertos fenómenos, materias, etc. Esta estructura ofrece una presentación estable, jerárquica, bastante útil para la comprensión de diversos problemas. No obstante, el riesgo de esta forma de organización es tomarla como “natural”. Su principal limitación radica en la rigidez estabilizadora, que se distancia de la complejidad dinámica de los fenómenos. Así, al ubicar un cierto aspecto como subcategoría o ramificación de algo, sería problemático o contradictorio que ese mismo elemento apareciera en otra rama, o incluso en las raíces o en el tronco. Deleuze y Guattari observan que “La lógica binaria es la realidad espiritual del árbol-raíz” (2015: 11) lógica que sistematiza el cálculo y la reproducción, la subdivisión, la unidirección. Ello se expresa ejemplarmente en el árbol genealógico, en cambio: “El rizoma es una antigenealogía” (16). Es una forma des-jerarquizada, sin arriba y abajo, si un orden causal o lineal. Los autores proporcionan varias imágenes para referir al rizoma, de entre las cuales me gusta especialmente la madriguera. En ella no habría –a diferencia de una casa– un lugar privilegiado de entrada, ni recámaras o habitaciones designadas ni previstas para usos específicos. Las madrigueras se conforman por indefinidos túneles interconectados, en permanente construcción y conexión: “Una de las características más importantes del rizoma quizá sea la de tener siempre múltiples entradas” (2015: 18). En la construcción del conocimiento esto supone que no hay recorridos pre- establecidos ni obligados para el o la investigadora que se propone indagar asuntos de diversa índole, formulando mapeos y caminos propios: “El rizoma está relacionado con un mapa que debe ser producido, construido, siempre desmontable, conectable, alterable, modificable, con múltiples entradas y salidas, con sus líneas de fuga” (Deleuze y Guattari, 2015: 26). Por supuesto, esta oposición no puede volver a sedimentarse en un antagonismo binario, sino evidenciar sus conjunciones, ya que “En el corazón de un árbol, en el interior de una raíz, o en la axila de una rama, puede formarse un nuevo rizoma” (20). En este sentido podríamos admitir que la generación de conocimiento no se limita a la capacidad de brindar explicaciones, dar respuestas y soluciones, sino que también consiste en provocar asociaciones inéditas, construir paradojas, generar incertidumbres y presentar escenarios de posibilidades, que muchas veces trastocan y amplían la comprensión de los fenómenos. Si al principio consideramos a la enciclopedia como parte de un espíritu ilustrado, afín a la clasificación y acumulación de saber cabría preguntarnos ¿Qué nos puede decir su devenir virtual en Wikipedia? ¿Implica acaso un cambio de paradigma? ¿Qué papel juega el saber colectivo? ¿Qué lenguas son privilegiadas/ excluídas en su construcción? ¿Existe una renovada fe en la omisapiencia, depositada ahora en la instantaneidad de los buscadores a través de internet? ¿Es la web una potencia rizomática, o plantea las mismas limitaciones que la antigua enciclopedia? ¿De qué manera se genera hoy el pensamiento crítico? ¿Cómo construir discursos disidentes desde la subalternidad? Sofía Sienra sofia.sienra@protonmail.com REFERENCIAS Bacarlett, M. y Pérez Bernal, A. (2017) Deleuze, Borges y las paradojas. México: Gedisa. Borges, J. L. (s/f) Tlön, Uqbar, Orbis Tertius [en línea] Disponible en: https:// ciudadseva.com/texto/tlon-uqbar-orbis-tertius/ Deleuze, G. y Guattari, F. (2015) Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Pre-textos. Diderot y d’Alambert (et. al.) (1751) L'Encyclopédie o Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/ L%27Encyclop%C3%A9die#/media/File:ENC_SYSTEME_FIGURE.jpeg Foucault, M. (2010) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. México: Siglo XXI. Jarry, A.; Ferrer, C. et al. (2016) ‘Patafísica junto con Especulaciones. Buenos Aires: Pepitas de Calabaza Ed. Papini, G. (2005) Gog – El libro negro. México: Porrúa.